Todavía puedo oler el aire perfumado de lavanda y ver las hectáreas y hectáreas de colinas y valles que brillan de color púrpura bajo el sol.
La Provenza en temporada de lavanda es el espectáculo más bonito y se queda en la memoria para siempre. La mejor manera de ver toda esta magia púrpura es embarcarse en un viaje por carretera a través de la región.
La Provenza es una vasta región del sureste de Francia, que limita al oeste con el río Ródano, al este con Italia y al sur con el Mediterráneo.
Para ver los campos de lavanda en plena floración, hay que viajar en la época adecuada, porque no es algo que ocurra todo el año. Hay un cierto margen de tiempo, porque la lavanda no florece al mismo tiempo en toda la Provenza.
La mejor época es desde principios o mediados de junio hasta finales de agosto. Occitane, que está más cerca del Mediterráneo, tiene un clima más cálido que, por ejemplo, Sault, y la lavanda florece a principios de junio.
Agosto es el mes de las vacaciones en Francia, y los franceses también adoran sus campos de lavanda, por lo que puede estar bastante concurrido. Pero si, como yo, optas por un coche con conductor, ellos siempre encontrarán carreteras secundarias que tu mismo no conocerías y así evitarás las multitudes.
Planifica al menos 3 días para tu viaje por carretera o, si tienes tiempo y presupuesto, una semana, porque también quieres visitar ciudades interesantes por el camino, como Avignon o Marsella, y alojarte en uno de los románticos hoteles rurales.
La lavanda no es sólo un espectáculo hermoso y relajante, también es un negocio. Esta lista ha sido elaborada para llevarte a los campos más coloridos y a los museos y artesanos para mostrarte todos los fabulosos productos hechos con y a partir de la lavanda y los métodos tradicionales para producirlos.
Conducir por la Provenza puede ser una prueba, sobre todo porque hay que aventurarse por pequeñas y sinuosas carreteras secundarias para llegar a los mejores campos y navegar por pequeños pueblos.
Uno quiere admirar los campos, el paisaje y las cabañas y granjas al borde del camino, y no concentrarse en no perderse una curva o caer en una zanja.
AMP Limousines es el servicio que utilicé, ya que me recogieron en Marsella, la ciudad más grande de la Provenza y también la ubicación de un aeropuerto internacional. Claro que es caro, pero se puede contratar por un día, parar en un hotel y continuar el viaje cuando se esté preparado.
Recuerda que los lugareños viven de la corta temporada de lavanda. Por muy tentador que sea, no entres en un campo de lavanda y arranques unas cuantas flores. Estarías invadiendo un terreno.
Y otra advertencia: Cuidado con las abejas. Les encanta la lavanda y zumban para polinizar las flores. No querrás que te piquen, así que lleva repelente.
A continuación te indicamos las mejores paradas para ver los campos de lavanda con recomendaciones sobre dónde pasar la noche. Lo mejor es consultar con tu conductor qué ruta seguir.
Marsella
Si, como yo, aterrizas en el aeropuerto de Marsella-Provenza, quizá quieras ver esta fantástica ciudad antes de recoger tu coche.
Te recomiendo un paseo en barco hasta el Chateau d’If para ver dónde estuvo encarcelado el legendario Conde de Montecristo.
No dejes de probar la mejor sopa bullabesa en uno de los restaurantes del puerto.
Orgon
Desde Marsella, nos dirigimos a Aviñón, otra ciudad histórica en la para pasar unas horas. Hay que ver al menos el famoso puente y el palacio papal. Desde allí, condujimos 30 kilómetros hacia el sur hasta Orgon y pasamos la noche en el fabuloso hotel rural boutique Le Mas De La Rose.
Alojarse allí realmente te hace entrar en el espíritu de la experiencia de la Provenza/Lavanda. El hotel está rodeado de olivares y, por supuesto, es la primera vez que se ve la belleza de la magia púrpura.
Meseta de Valensole
Desde las regiones bajas de la Provenza, nos dirigimos a una de las zonas más populares de campos de lavanda, la Meseta de Valensole, en los Alpes de Haute Provence.
Aquí te espera un área de 300 millas cuadradas cubiertas de campo tras campo, junto con granjas, pueblos y la famosa miel de lavanda.
Museo de la Lavanda Colustellet
Te dijimos que las paradas de nuestro itinerario de viaje por carretera incluirían lugares estrechamente relacionados con el cultivo de la lavanda y la producción de todas las cosas hermosas y dulces hechas con lavanda.
El Museo de la Lavanda, en el corazón del Luberon, es el primero de ellos. El museo es una extensión de la granja que cultiva la lavanda desde hace cinco generaciones y está ubicado en un mas (o casa de piedra) tradicional típico de la Provenza.
Un documental emitido en una sala de proyección muestra todos los pasos desde la plantación hasta la cosecha. En la tienda, te sorprenderá ver la gran variedad de productos, y en otras salas del museo, verás ropa y fotografías antiguas. Realmente te da una idea de la historia de la lavanda y de la importancia para la Provenza.
Abadía de Senanque
No muy lejos del museo se encuentra la abadía de Senanque, del siglo XII. Se trata de un monasterio en activo en el que los monjes cistercienses siguen respetando estrictamente las reglas de su fundador.
Sin embargo, abren su monasterio a los visitantes en un horario específico que encontrarás en su página web. La ciudad más cercana es Gordes.
Los campos de lavanda rodean el monasterio y son cuidados por los monjes. En su tienda, venden sus propios productos, entre ellos tarros de deliciosa miel.
Sault
Situada al pie del Mont Ventoux y en la plataforma del mismo nombre, Sault es otra parada muy popular en la ruta de la lavanda.
El punto álgido del año es una gran fiesta de la lavanda que se celebra el 15 de agosto, ya que este mes es la época de la cosecha. También es un balneario, y si quieres quedarte más tiempo, puedes ascender al Monte Ventoux, hacer senderismo y montar en bicicleta, o visitar el mercado de los miércoles.
En Sault también se cocina, o más bien se hornea, con lavanda. Prueba sus famosos turrones y macarons espolvoreados con lavanda. El sabor es muy fuerte, por lo que sólo se utiliza con moderación.
Destilería Les Agnels
Cerca, en el pueblo del mismo nombre, se encuentra la destilería Les Agnels, que cultiva lavanda y produce aceite esencial y aguas aromáticas desde 1895. Te impresionará un proceso más industrial, pero aún sostenible, con énfasis en los aceites.
Incluso tienen una piscina cubierta con agua perfumada de lavanda en la que se puede dar un chapuzón muy agradecido teniendo en cuenta el calor.
Sisteron
Situada a orillas del río Durance, Sisteron tiene un paisaje espectacular con la escarpada roca de La Baume en su centro y un interesante casco antiguo medieval con tres museos y una ciudadela.
Un tren turístico te llevará por los alrededores. La zona que rodea a Sisteron cuenta con amplios campos de lavanda, así como con ondulantes campos de cereales y praderas con caballos. Los Alpes son visibles en la distancia.
Menerbes
Mucho más cerca de Avignon y ya de vuelta, pasé la noche en otro fabuloso hotel rural, La Bastide du Tinel. Esta mansión de piedra del siglo XVIII, rodeada de campos de lavanda, cuenta con sólo 28 habitaciones, entre ellas mi suite favorita, Eugenie, que cuenta con un singular techo arqueado con asas de cesta.
Nada puede ser mejor para empezar el día que un desayuno francés en una de las varias terrazas con vistas al mar púrpura.
Consejos profesionales
Tendrás tu ración de colonia de lavanda, bolsitas, cremas, lociones y pociones, pero en caso de que no quieras llevártelas a casa, puedes conseguir las auténticas en l’Occitane, el minorista de lavanda francés más famoso con puntos de venta en todo el mundo.
Y, si contratar un coche y un conductor se sale de tu presupuesto, puedes optar por alquilar un coche y conducir tu mismo. Hay otras rutas a los campos de lavanda que puedes seguir.
También puedes realizar visitas guiadas de diversa duración, haciendo, por ejemplo, de Avignon tu base. Pero en los meses de verano, cuando los campos están en flor hasta la época de la cosecha, a mediados de agosto, estas excursiones suelen estar llenas.
Es cierto que la opción de coche con conductor es la más cara, pero se aprovecha al máximo la experiencia de la lavanda porque se puede parar donde se quiera, y el conductor, al ser local, seguro que conoce incluso los campos y granjas menos conocidos y no se perderá.
Ahora es tu turno de contarnos tu opinion mas abajo en los comentarios; Que te parecio esta ruta? Nos interesa saber que piensas asi podemos mejorar el articulo y ayudar a otros viajeros que quieran visitar esta hermosa region de Francia.
